5 cosas que trataré de hacer mientras sigo en Venezuela

     Muchos han traspasado las fronteras en busca de un mejor futuro y/o presente. Muchos otros seguimos  aquí, en Venezuela. Quizás me mantenga en mi hermosa tierra hasta el final de mis días. Quizás en unos pocos días, meses o años ya no este por acá.  Pero pasé lo que pasé, mientras aun continuemos en nuestra Venezuela, hay cosas que no podemos dejar de disfrutar, costumbres o valores que no podemos o deberíamos perder.

     A continuación, te presento una lista personal de 5 cosas que prometo tratar de seguir haciendo, mientras aun sigo en Venezuela:

1. La esperanza de que nuestro país se recuperará

Me atrevería a decir que todos, o la gran mayoría, conocemos, hemos leído o escuchado, al menos alguna vez, el mito del ave Fénix, el cual en resumen siempre nos relata y nos da una lección sobre morir para luego renacer de las cenizas con toda la gloria. 


Estoy totalmente consciente de que en el momento actual de escribir estas palabras, principios de Mayo del año 2016, la crisis que nos golpea no tiene clemencia, estamos contra la lona, casi sin energías y en un 8vo o 9no round.¿Pero saben que? La campana está a punto de sonar para darnos un descanso y a mi parecer, aunque ya estemos desgastados física y emocionalmente después de tanto daño recibido, aún tenemos oportunidad de levantarnos y de dar uno de esos K.O sorpresivos, que nos darán el triunfo repentina y definitivamente en nuestra lucha.      

No pretendo actuar como que poseo una bola de cristal. No se si nos levantaremos en un par de años o si se tardará algo más, definitivamente no tengo idea. Pero la primera cosa que pienso seguir haciendo mientras sigo en mi tierra y estoy seguro que muchas personas fuera de ella también, es mantener la esperanza de que Venezuela renacerá de sus cenizas y la veremos levantarse en toda su gloria, te puedo asegurar totalmente que tú y yo veremos ese momento. Quizás tengamos unas pocas canas más en nuestro cabello, o posiblemente aún tu hijo(a) apenas haya avanzado uno o dos años más en su carrera escolar, yo me decanto más por la segunda opción, porque tal como dice una de mis frases favoritas, que quienes me conocen saben que aplico muchas veces, en diversas ocasiones: "No olvides que nunca se ve tan oscuro como cuando está a punto de amanecer"
Arepa rellena de atún, mi favorita.

2. Deleitarme con nuestra gastronomía

Si, soy totalmente consciente de las dificultades que conlleva en estos momentos, por ejemplo, adquirir un paquete de harina de maíz, una mantequilla, o lo poco accesible que es para muchos desayunar con unas buenas empanadas o almorzar con un rico pabellón criollo, bien sea en casa o en la calle. Pero créeme, que muchas de las personas que hoy en día están tan lejos de nuestro país, una de las cosas que mas extrañan es nuestra comida. Por eso, aunque sé que en muchos aspectos es un lujo y para otras personas no es algo que les quite el sueño, vale la pena disfrutar lo poco o lo mucho que se pueda y mientras se pueda.

Pongo mi ejemplo personal. Antes, muchas veces se me podía escuchar diciendo que las arepas no eran muy de mi agrado, que ya estaba bastante aburrido de comerlas y que prefiero un millón de veces una empanada (de cualquier relleno) o un sándwich. Hoy en día digo que es una de esas 5 cosas que seguiré haciendo mientras viva en Venezuela, no solo haciendo, sino además disfrutando. Ya que ahora para muchos de nosotros es un lujo y aunque en el futuro deje de serlo, no tienen idea de cuanto me disfruto un desayuno con una buena arepita asada, así solo tenga de relleno quesito blanco rayado. No se imaginan cuanto agradezco, el tener en mi envase del almuerzo en el trabajo (de vez en cuando), un puñado de arroz blanco con caraoticas negras. Y ni hablar de lo afortunado y millonario que me siento si me acuesto con el estomago bien lleno, sin importar si fue con un buen plato de arroz con pollo, unos huevos fritos con pan o, por segunda vez en el día, una arepita asada o frita rellena con lo que se pueda (como extraño una buena arepa rellena de atún y mayonesa).

Ahora que sé el valor real, tanto en dinero como en tiempo "libre", que un venezolano común como yo tiene que invertir en un plato de comida, me siento y disfruto como un millonario en un restaurante lujoso , cada vez llega la hora de comer. 


3. Disfrutar de nuestra tierra

No quiero decir con esto que soy Valentina Quintero. No creo que me acerque ni al 2% de lo que ella, o personas como ella, conocen a nuestro hermoso país. Creo que si utilizo los dedos de las dos manos para enumerar los sitios a los que he viajado me sobrarían algunos. 

Como siempre digo, arroparse hasta donde alcance la cobija. No he conocido sitios tan "de la high" como Los Roques,  o Morrocoy. ¿Esto hace que haya disfrutado menos? Para nada. Mi esposa hermosa siempre me regaña o se molesta conmigo diciéndome que soy un aburrido al que no le gusta salir.  Y aunque se que en parte tiene razón, que este tercer punto es uno de los que prometo trataré de mejorar, ella no sabe que por otra parte esta totalmente equivocada, nada me gustaría más que vivir fuera de mi casa, conociendo lugares, o re visitando lugares que ya conozco, sin importar si son dentro de mi propia Ciudad. Pero muchas veces no dispongo del capital, o el tiempo para emprender esto... arroparse hasta donde alcanza la cobija. 

Sin embargo no hay excusas que valgan, para aunque sea una vez a la quincena, al mes, bimensual, trimestral o semestral, disfrutar de tu tierra y olvidarte de tus problemas al menos por un día, recargarte de energía y optimismo. No importa si es dentro de tu propia ciudad o pueblo, dentro o fuera de tu estado, si es simplemente a El Ávila, al parque Miranda, una playita en el estado Vargas,  una parrilla en El Junquito. Y si eres un afortunado de poseer la capacidad económica para hacerlo, ¡conoce tanto tu país como puedas! te brinda posibilidades infinitas: La isla de Margarita, Los Medanos de Coro, La Gran Sabana, El pico Bolívar, Las Aguas de Moisés, La Colonia Tovar, Mochima, Galipan, Salto Ángel, Cata, Pico Naiguatá, Sierra Nevada, un atardecer Llanero, etc, etc, etc.
Amanecer en Isla de Plata, Mochima.

4. ¿Caraquista o Magallanero?

Eterna pregunta que se hace al poco tiempo de conocer a una nueva persona. Esta es otra de las cosas con las que vale la pena ocupar nuestro tiempo y energías: Nuestro béisbol criollo. Nada como ir al estadio, no importa si es en VIP o en las gradas, lo que importa es tener una cerveza bien fría y disfrutar de burlarse sanamente de tu compañero si tu equipo va ganando y él (ella) le va al equipo contrario, o celebrar incluso con el desconocido de al lado cuando tu equipo anota o hace una gran jugada. Por supuesto que los Leones de Caracas y los Navegantes del Magallanes no son los únicos equipos que existen. Yo mismo le voy a otro distinto, un equipazo conocido como Los Cardenales de Lara. 

El béisbol tampoco es el único deporte que se juega (aunque a mi parecer si el que levanta más pasiones) o el único con una gran rivalidad en nuestro país. Podemos ver en el caso del fútbol a el Caracas F.C y el Deportivo Táchira, o en el caso del basket a Cocodrilos de Caracas y Marineros de Anzoátegui. Yo en mi caso particular disfruto mucho más del béisbol. Pero sin importar cual sea tu deporte, tu equipo, si es en vivo o si es por TV, estas rivalidades deportivas y esos sanos piques, son de esas peleas sanas que si vale la pena disfrutar y no dividen ni destruyen, como la política.


5. Mantener mis valores, seguir siendo "Venezolano"

Una de las cosas que quiero mantener alejado de mi blog personal es el tema de la política. A pesar de que en mi vida no la excluyo por completo, acá quiero tratar solo temas con algún punto de vista positivo. Y en mi opinión personal nada más toxico que la política. He visto como personas se ofenden, se dividen, se separan y hasta llegan al extremo de agredirse físicamente cuando se trata de estos temas. 

Me preocupa y me duele que actualmente es esa la visión que tienen algunos extranjeros del venezolano. Para muchos ahora somos sinónimo de hambre o escasez, de violencia, de actividades ilícitas, no para todo el mundo por supuesto, pero muchos si que nos ven así.  

Aunque lo coloqué en el ultimo lugar, bien podría ser el primero. Mientras siga en Venezuela e incluso si no es así, quiero seguir manteniendo mis valores, seguir dejando dentro y fuera de mi territorio el nombre de mi país y el mio propio en alto. No entiendo porque es tan difícil entender que la tan famosa "viveza criolla" nos está destruyendo peor que cualquier gobierno, que cualquier desastre natural. Lo veo a  diario dentro del sistema Metro de Caracas, cuando a muchos no les importa en lo más mínimo empujar, o hasta tumbar al suelo a personas mayores, a niños, a mujeres. No les importa el no permitir que otras personas salgan con tal de ellos entrar al tren lo mas rápido posible, cegándose física y mentalmente con su "viveza criolla", que les impide ver que si dejaran primero salir a todos los usuarios, ellos mismos tendrían mas espacio para ingresar con más comodidad, más facilidad y sin agresiones físicas ni verbales. 

Con rabia e impotencia lo veo a diario, en los principales supermercados de la ciudad, con los ahora llamados "bachaqueros", comerciantes informales que  venden productos que escasean, a precios exorbitantes de hasta 1000% y 5000% de ganancias. No son mas que simples ladrones de los necesitados, que se excusan en "la viveza criolla", en la situación económica actual y se aprovechan de las necesidades de otros para poder estafarlos, robarlos sin escrúpulos (esa es la palabra). Todo esto sin darse cuenta que son uno (no el único, claro) de los factores que poco a poco destruyen más y más nuestro país. Sin importarle que le dejarán a sus hijos un país en ruinas. Sin importar que sus propios compatriotas, vecinos, amigos, compañeros, familiares, en gran parte debido a ellos, no puedan conseguir el alimento que le falta a su bebe, el detergente que necesita para poder ir presentable al trabajo mañana, la medicina que necesita su esposa embarazada, etc. Sin importarles que a muchos de los que se dejan estafar y robar con sus precios criminales y con su mafia organizada, apenas les pueda alcanzar el sueldo para comer y no puedan tener para otras necesidades, como la educación o la salud de sus hijos o familia. 

Mientras siga en mi país y obviamente, con igual dedicación si algún día estoy lejos de él, seguiré demostrando con mi mayor ímpetu posible, la calidad de persona que soy, que somos "los verdaderos Venezolanos". ¿Alguien necesita un puesto mientras yo con toda mi juventud y energía voy sentado? cederé mi puesto. ¿Encuentro alguna persona que necesita con verdadera urgencia algo que yo tengo y pueda prescindir de ello sin el mayor sacrificio? Ayudo a esa persona, desinteresadamente, sin tener como único objetivo el beneficiarme de ello. ¿Con mis conocimientos puedo evitar que alguien pueda sufrir algún percance o alguna perdida? El conocimiento es para difundirlo, no para retenerlo ni acumularlo para si mismo. ¿Puedo aportar un granito de arena a que mi país mejore? ¿Así pueda hacerlo simplemente escribiendo para llevar mensajes como este? Pues aunque el viento esté en contra y  haga parecer que mi granito no aporte diferencia alguna, seguiré aportando granos de arena, para que cuando el viento deje de soplar tan fuerte, yo al menos haya ganado experiencia y habilidad de aportar más y mejores granos de arena para construir.

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Gracias si has llegado hasta aquí. Por dedicar e invertir tu recurso mas valioso, tu tiempo, en leerme.

¿Y a ti? ¿Que cosas te gustaría seguir haciendo en y por tu país? ¿Y si estas fuera de él que es lo que más extrañas que no puedas hacer fuera de tu amada Venezuela? Me agradaría conocer tu opinión en los comentarios.






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